John Coltrane ....
Remember: Estos días Jazz Zaragoza 2006

Título: El Perfume, historia de un asesino.
Podemos considerar a Pando como una criatura muy joven pero que ya está causando furor entre los mas destacados medios de descargas. Se trata de un cliente P2P (con algunas salvedades) que se basa en el intercambio de archivos con base en el correo electrónico.
Si sois asiduos descargadores de vuestras series favoritas e incluso backups y copias de seguridad tanto de películas como de juegos para la PSP y PS2, os alegrará comprobar como la mayoría de las webs de descargas, están utilizando ya este medio de compartición de archivos. Recordad que siempre debéis tener la copia original o si no es considerado piratería y es un delito. Está muy feo y además hace llorar al niño Jesús.
Si os acordáis que hace un par de meses en un artículo que publiqué sobre un fin de semana que pasamos en Donosti, puse una foto de un Space Invader que encontré en el Paseo de la Concha. Se trataba de un mosaico que representaba un marcianito de los de toda la vida.
Pasaron los dias y ya había olvidado el tema cuando este domingo, viene Celia de pasar este finde en Madrid y me trae una revista donde explican la historia de los marcianitos. Alucino.
Todos los lugares "invadidos" quedan registrados después en su web. Pero está claro que además de una "invasión urbana" existe tambien una "invasión friki" por lo que enseguida han salido múltiples adeptos de este artista que se dedican a colocar también sus creaciones por todas las ciudades del mundo. Tokio, Londres, Amsterdam y New York son las ciudades representativas de este tipo de arte. Digo arte porque en cierta medida cumple esa máxima que reza:" no lo entiendo luego debe de ser arte".
Se ha dicho muchas veces que la realidad supera ampliamente a la ficción. Esto, en muchas ocasiones suele ser verdad. Muchas veces las diversas situaciones que pueden acaecer en la vida real, hace que se agudice el ingenio para intentar solventar ese problema o esa situación necesaria o complicada.
diera incorporarse en el interior del felino mediante un tratamiento quirúrgico. Tras innumerables horas de diseños y pruebas, determinaron que el sitio idóneo para situar la antena del micrófono-gato era la cola del propio animal. (Las malas lenguas dicen que también hicieron pruebas de recepción con los bigotes pero que cuando estos se manchaban de leche, se producian interferencias. Vaya usted a saber…)