Operation Acoustic Kitty
Se ha dicho muchas veces que la realidad supera ampliamente a la ficción. Esto, en muchas ocasiones suele ser verdad. Muchas veces las diversas situaciones que pueden acaecer en la vida real, hace que se agudice el ingenio para intentar solventar ese problema o esa situación necesaria o complicada.
Estamos cansados de ver en las películas de espías los diferentes aparatejos inventados por el científico de turno, las armas letales escondidas en lugares diminutos e incluso los medios de vigilancia mas sofisticados convenientemente camuflados en objetos de la vida cotidiana.
Todos estos inventos se observan desde delante de la pantalla basándonos en esa máxima popular del cine que reza aquello de: “Para película todo vale”.
Bueno, pues la CIA de los años 60 superó esta ficción y desarrolló lo que ellos llamaron…. (tachán, tachan) : Operation Acoustic Kitty. O lo que es lo mismo, Operación Gatito Acústico. (acojonante, eh?)
La operación se basaba en utilizar gatos en misiones de espionaje. El método era simple y estaba bien pensado. Coges un gato, le instalas un micrófono, lo sueltas por donde desees escuchar y ale, un ciborg-gato-escuchalotodo.
Si llegados a este momento pensáis que me he equivocado y que es la TIA en lugar de la CIA y que el profesor Bacterio, el Súper y Mortadelo y Filemón están detrás de todo esto, pues os diré que no. Que todo esto (en principio) es verídico y muestra los constantes intentos para agudizar los medios de espionaje durante la guerra fría para tomar ventaja ante los rusos.
Pero continuemos con la historia.
Se destinaron 15 millones de dólares en diseñar un micrófono que pudiera incorporarse en el interior del felino mediante un tratamiento quirúrgico. Tras innumerables horas de diseños y pruebas, determinaron que el sitio idóneo para situar la antena del micrófono-gato era la cola del propio animal. (Las malas lenguas dicen que también hicieron pruebas de recepción con los bigotes pero que cuando estos se manchaban de leche, se producian interferencias. Vaya usted a saber…)
Sigamos.
Tras meses de intenso trabajo aplicando tecnología y electrónica a un gato, horas y horas de instrucción y adiestramiento y semanas de pruebas y tests, apareció: El Espía Gatuno V 1.0 beta. El trabajo había concluido. Ya sólo quedaba probarlo en campo. Su primera misión se acercaba.
Una mañana soleada, la CIA decidía iniciar su prueba de fuego. La misión consistía en realizar unas escuchas a dos hombres sentados en un banco cercano a un recinto soviético.
Los agentes de la CIA se acercaron en una furgoneta. Abrieron las puertas laterales y soltaron a nuestro espía silencioso. Unos metros mas adelante, un taxi atropelló al gato.
5 años y 15 millones de dólares después teníamos un gato tecnológico muerto.
¿Desea saber más?
Estamos cansados de ver en las películas de espías los diferentes aparatejos inventados por el científico de turno, las armas letales escondidas en lugares diminutos e incluso los medios de vigilancia mas sofisticados convenientemente camuflados en objetos de la vida cotidiana.
Todos estos inventos se observan desde delante de la pantalla basándonos en esa máxima popular del cine que reza aquello de: “Para película todo vale”.
Bueno, pues la CIA de los años 60 superó esta ficción y desarrolló lo que ellos llamaron…. (tachán, tachan) : Operation Acoustic Kitty. O lo que es lo mismo, Operación Gatito Acústico. (acojonante, eh?)
La operación se basaba en utilizar gatos en misiones de espionaje. El método era simple y estaba bien pensado. Coges un gato, le instalas un micrófono, lo sueltas por donde desees escuchar y ale, un ciborg-gato-escuchalotodo.
Si llegados a este momento pensáis que me he equivocado y que es la TIA en lugar de la CIA y que el profesor Bacterio, el Súper y Mortadelo y Filemón están detrás de todo esto, pues os diré que no. Que todo esto (en principio) es verídico y muestra los constantes intentos para agudizar los medios de espionaje durante la guerra fría para tomar ventaja ante los rusos.
Pero continuemos con la historia.
Se destinaron 15 millones de dólares en diseñar un micrófono que pudiera incorporarse en el interior del felino mediante un tratamiento quirúrgico. Tras innumerables horas de diseños y pruebas, determinaron que el sitio idóneo para situar la antena del micrófono-gato era la cola del propio animal. (Las malas lenguas dicen que también hicieron pruebas de recepción con los bigotes pero que cuando estos se manchaban de leche, se producian interferencias. Vaya usted a saber…)
Sigamos.
Tras meses de intenso trabajo aplicando tecnología y electrónica a un gato, horas y horas de instrucción y adiestramiento y semanas de pruebas y tests, apareció: El Espía Gatuno V 1.0 beta. El trabajo había concluido. Ya sólo quedaba probarlo en campo. Su primera misión se acercaba.
Una mañana soleada, la CIA decidía iniciar su prueba de fuego. La misión consistía en realizar unas escuchas a dos hombres sentados en un banco cercano a un recinto soviético.
Los agentes de la CIA se acercaron en una furgoneta. Abrieron las puertas laterales y soltaron a nuestro espía silencioso. Unos metros mas adelante, un taxi atropelló al gato.
5 años y 15 millones de dólares después teníamos un gato tecnológico muerto.
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- Acoustic Kitty en la wiki
- Damn Interesting
3 Comments:
Pobre gato! Muerte a la Cia!!!!!
[nota: gracioso la verificación gspoc, si quitamos la g... jijijij]
By Eolo, at 5:49 p. m.
juasss tronchante!!!
Me recuerda a esa otra de los americanos que gastaron millones en diseñar un boligrafo que pudiera funcionar en gravedad 0 para los astronautas.......
Los rusos utilizaron.... un lápiz
By Anónimo, at 7:59 p. m.
es que en el idioma del imperio cat significa C= code A= audio T= transmition, son tan lerdos que se lo tomaron al pie de la letra,,, via la t.i.a. ¡¡¡¡¡¡¡
By Anónimo, at 3:03 p. m.
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